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La arena movediza, el poni y Peter Brook

Desde hace unos años que con Mirko dijimos que íbamos a hacer una galería de hombres y mujeres notables.

 

Esas personas que a nuestro criterio han dejado el mundo mejor que como se lo encontraron.

 

Notables.

 

Muy a nuestro estilo, si lo dijimos, lo hacemos.

 

Peter Brook, el director de teatro británico (1925-2022) fue uno de los primeros en llegar a esa galería por unanimidad.

 

Cuenta en su libro “Hilos del Tiempo” de una vez que estando en Dinamarca para filmar EL REY LEAR. Salieron, con tres amigos,  antes del rodaje a dar una cabalgata en esos fuertes y bajitos “Caballos del Fiordo”, ponis escandinavos.

 

Al parecer se encontraron con unas arenas movedizas y si bien los otros consiguieron esquivarlas, Brook solo puedo saltar a tiempo pero su caballo cayó en la trampa.

 

Quieto inmóvil, empieza a hundirse hasta que solo queda asomada la cabeza, los hombros, la grupa y la cola.

 

Uno del grupo sale rápidamente a buscar ayuda y Brook y el otro compañero se quedan a su lado, acariciandolo, haciendo sonidos para tranquilizarlo.

 

Y cuenta Brook:

 

“Era un animal blanco, fuerte como un tonel, y como todos los ponis noruegos era amable, veloz y de pisada segura, sin perder jamás el equilibrio ni siquiera en las laminas de hielo en las que otros caballos resbalan y se escurren.

 

La arena movediza lo habia pillado de improviso, pero no obstante su equilibrio interno permanecía inalterable. En su cual inmovilidad estaba totalmente sereno.

 

Siguiendo su ejemplo, esperamos en silencio.

 

Paso una hora.

 

No oíamos ningún sonido tranquilizador que indicara un rescate. Ni cascos de caballos, ni tractores.

 

La nieve senos posaba ligeramente encima de los hombros y en sus espesas crines.

 

De pronto,
Y sin aviso alguno, la masa del poni se encorvó y dio un tirón, se levantaron las patas de delante, se doblo hacia el frente y despues, triunfal, estaba afuera, de pie en la tierra firme, resoplando pesadamente, mandando nubes de vapor en el aire frío.

 

Con antigua sabiduría nórdica, habia estado recogiendo pacientemente su fortaleza y hasta que se sintió preparado no hizo su único y logrado esfuerzo.

 

Había sabido esperar cuando y cómo actuar.

 

Parecía estarme hablando y yo medité su lección.

 

Yo tambien tengo que dar un tirón y esforzarme al máximo:

 

Era necesario dar un gran cambio en la vida”

 

En este espacio, esta comunidad, este no sé que, que somos en GenteEquilibrada, aprendemos de esto.

 

De lo potente e importante que es el equilibrio.

 

El externo, si claro.Por supuesto.
Pero mantener el interno cuando estamos en aprietos, ese ni te digo.

 

El domingos nos vemos en un parque de madrid y practicamos juntos

 

Para estar fuertes , para ser flexibles, para conocernos.

 

Para desarrollar más y más el equilibrio.

 

Ese poderoso equilibrio que vive en la naturaleza.

 

El Tai Chi es eso.

 

Y eso practicamos.

 

Abrazo de árbol
Mariana