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Este mail no es para veinteañeros

Si eres una persona que ya paso los treinta y pico hace rato, este mail te puede interesar. 

 

No sé vos, pero yo a los treinta y pico me empece a dar cuenta de ciertas señales que me decían que ya no era una joven inmortal.

 

Primero la rodilla, luego los efectos de pasar una noche sin dormir, etc.


y mas grave aún, me empecé a dar cuenta de que cosas de mi temperamento, que en la juventud ocupaban alegremente mucho espacio, se iban convirtiendo en peligrosos “yo soy así”, que lejos de liberarme me anclaban cada vez más.

 

Sonó la alarma, (no hay nada como tener bien actualizado el sistema de alarma)

 

Y entonces hice lo que hago siempre cuando tengo que salir de un atasco.

 

Algo sencillo, pero no por eso menos efectivo:
Miré hacia adelante.

 

Mucho más adelante que fin de año, más que llegar a los 55… a los 77…

 

Miré a las personas con más años que yo.
Y voy viendo a quien me quiero parecer 

 

y a quién no.

 

Y me detuve especialmente en la gente que con el paso de los años es más sencilla, que sonríe más, que tiene ganas de hacer cosas, que disfruta el día entero, y se va a dormir con gusto. 

 

Que necesita poco y da mucho.

 

Que no justifica sus mañas
y se adapta, con ligereza, con gracia.

 

Que simplifica.

 

Que es relajada y profunda también.
Porque ha vivido.

 

Yo quiero, pensé.

 

¿Qué puedo hacer?

 

Entonces llegó el Tai Chi. 

 

Voy a cumplir años haciendo Tai Chi cada día si es posible.

 

Es el mejor antídoto contra la rigidez física y mental. Y una infalible poción para la vitalidad del cuerpo y el espiritu.

 

Y a mí, esas cosas lindas de la gente a la que me quiero parecer, no me crecen sino las riego.

 

No importa si en tu próximo cumple estas más cerca de los 60 que de los 50, o de los 90 que de los 80.  

 

El Tai Chi te riega igual.

 

MAÑANAS PODEROSAS

 

es como el agua:
Te quita la sed
Y es algo para todos los días

 

Abrazo de árbol
Mariana