Una vez encontré en la biblioteca familiar de mi casa de Buenos Aires, un librito chiquito y amarillento.
Se llamaba “Ayuno Racional”.
Esto fue mucho antes de la moda del ayuno intermitente y esas cosas.
Lo leí con mucho interés y me pareció de una sinceridad casi prepotente.
El autor, Ehert Arnold, contaba sus experimentos con ayunos y los resultados que le dieron..
¡Lo compartía con una convicción y unas ganas de que lo pruebes, que casi casi que lo consigue conmigo!
Pero este mail no va sobre el ayuno. De eso no sé nada.
Resulta que este buen hombre, que aseguraba haber encontrado una forma de sanación, regeneración y longevidad al parecer muy certera, y eso me generó mucha intriga.
Quería saber como murió. (Soy escorpiana)
Pensé que habría muerto a los 110 años o que aún estaría vivo.
Pero para mi sorpresa murió bastante joven.
A los 56.
Aquí el curioso dato:
Justo cuando estaba en la plenitud de su descubrimiento.
Cuando encontró el origen de prácticamente todas las enfermedades.
Cuando se curó sus males (que tenía muchos problemas de salud el pobre)
Y se le fueron las canas y le volvió a salir color en el pelo,
y le desaparecían las arrugas…
¡Pues no va que una noche se pega un patinazo en un suelo resbaladizo y se golpea la cabeza y se muere!
Podés creer?!
Podría hacer un comentario sobre la importancia del equilibrio, pero no.
Lo que a mi me dejo muy claro es que:
¡Ojo con la vida!
Que por ahí viene y te mueve por donde menos esperas.
Y paff.
Se te acabó el discurso.
Yo miro alrededor y veo que esto pasa mucho.
Puede ser?
En Gente Equilibrada, practicamos Tai Chi para gestionar y comprender lo mejor posible este movimiento constante del equilibrio-desequilibrio.
Con ejercicios, formas, posturas fijas, empuje de manos, desbloqueando el cuerpo, activando la circulación de la sangre, etc…
Todos podemos practicar esto…
Yo puedo
Tu puedes
Ellos pueden
Abrazo de árbol
Mariana
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